Música de cristales cayendo y un antiguo
cuadro que se rasga, inician la sinfonía, y
el despertar se hace latido, euforias, llanto.
Un murmullo de arrullo te da la
bienvenida y la esencia misma
te envuelve por fuera.
El sol, traslucido, descorre
el velo de la noche interna
y te invita, tibiamente,
a caminar la vida.
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